Corría el año 1945 cuando Antonio Demontis, decidido a hacer frente a las dificultades de la inmediata posguerra, tuvo la idea de transformar dos motocicletas Ape en rickshaws para el transporte de personas.
El experimento fue un éxito inesperado y Antonio decidió obtener las licencias para poner en marcha un negocio de taxis y alquiler de coches con conductor.